26/11/08

Repsol: ¡demasiados patriotas por medio!

El caso Repsol ha demostrado varias cosas que aunque ya sabíamos debemos repetir. La depresión en marcha va a echar por tierra, de la forma más evidente posible, las mentiras del sistema liberal y capitalista... pero de ello ya tendremos tiempo de hablar.

Lo de Repsol ha sacado a la luz la hipocresía y el cinismo de los Zapatero, Rajoy y compañía. Apelan al interés patrio en forma de "campeones nacionales", al libre mercado o a la neutralidad del Estado en función de su incompetencia o de sus propios intereses que nunca suelen ir más allá de la perpetuación en el poder. Si cuando lo de Endesa Rajoy defendió la opción alemana frente a la propuesta catalana de ZP, ahora defiende la "españolidad" de Repsol a capa y espada. Y si Zapatero quiso entregar Endesa al proyecto nacionalista catalán disfrazándolo de "patriotismo económico" ahora, dicen, es partidario de que Repsol sea engullida por el voraz imperialismo económico ruso. Y por el camino los cambalaches con sus íntimos, los pelotazos que repercuten, seguro, en sus cuentas corrientes y los juegos de poder con los de su secta. Así, cuando el presidente de Repsol se hubo buscado un acuerdo con Lukoil en la Moncloa le dijeron que no, que tenían un candidato mejor, Luis del Rivero. Entonces, como todo era oculto, ZP no dudó en muñir un megacrédito para dicho señor del ladrillo a través del ICO con 42 bancos. Ahora, hace gala de liberalismo para asegurar que el Gobierno debe ser neutral en una operación del mercado.

El rey reina pero no gobierna, dicen. Pero eso no le ha impedido empeñarse como si le fuera la vida en ello en favor de Lukoil. Dicen que llamó hasta seis veces a ZP hasta convencerle. Dicen que medió constantemente con sus socios estadounidenses y accionistas de la petrolera rusa (los de la Conoco-Phillips) y que cogió el teléfono rojo para hablar con el Kremlin putiniano. ¡Qué gran patriota el Borbón! ¿Qué van a decir los de Prisa, su guardia real? La Ser o El País no tardarán en inventarse alguna justificación... si pueden, porque las cagadas de Su Majestad cada vez son más y mejores. ¿Será que chochea ya, se preguntan los Polancos? ¿Hay que "sugerir" ya el tranquilo traspaso de poderes a Felipe, se preguntan los Cebrianes?

Pero ¡ay!, cuando todo se derrumba aún nos quedan egregios patriotas como don José María... se dicen los peperos recalcitrantes. ¡Aznar, vuelve, Expaña te necesita!... le gritan sus menguantes huestes. Y Aznar les responde que tranquilos, que en seguida se pone manos a la obra para buscar la salida más favorable a los intereses nacionales. No temáis. Pero se confunde y las manos las mete en la masa, tira de amigotes en Trípoli y en Moscú para traerse dos "campeones extranjeros" a los que entregar cautiva y desarmada Repsol. Qué acto más patriota es entregar el control del abastecimiento energético de Expaña a Gadafi o a Putin
. ¡Joder qué tropa!

10/11/08

El ala izquierda de la Casa Blanca

Vaya de antemano que nos daba igual que ganara uno u otro, Obama o McCain. En tanto que españoles somos conscientes de que la política exterior estadounidense, la que nos afecta, apenas cambiará con uno o con otro. Y en tanto que patriotas republicanos tenemos a España por nuestro único referente y somos inmunes a la intoxicación informativa con la que el régimen nos ha bombardeado. Jamás ha habido en España un seguimiento tan exhaustivo de la carrera electoral yanqui, nunca nos habían recordado tan descaradamente que somos una provincia del Imperio. Y a la cabeza, como abanderados y paladines de la Casa Blanca, los medios propagandísticos y políticos "progresistas".

La izquierda realmente existente, o sea, el PSOE y su galaxia, hace tiempo que ha dejado de ser anti-americana, pese a que se empeñen en defender lo contrario los periodistas de enfrente. El derrumbe del marxismo y el “fin de la historia” de principios de los 90 fue su auténtica liberación. Aquellos izquierdistas pudieron salir del armario y hacer pública su conversión a la nueva fe capitalista, su particular "viaje al centro". Comunistas en el 92 aparecen ahora en los debates televisivos de la noche electoral yanqui con la bandera de las barras y estrellas en la solapa, como Diego López Garrido, por ejemplo. Antes eran anti-americanos y anti-españoles, ahora sólo anti-españoles pero fieles súbditos de Washington.

Es cierto que "su" candidato, Barack Obama, partía como favorito y que eso les ha animado. Pero la conversión es sincera, ideológica y vitalmente. Sólo los más papanatas se siguen creyendo eso de derechas e izquierdas. Las diferencias políticas son inexistentes, sólo acaso emocionales. La victoria de Obama la sienten como propia y se aprestan a seguir sus pasos. Por de pronto, el gobierno de ZP ha hecho suya la justificación de EE.UU. para invadir y ocupar Iraq y Afganistán: combatiendo allí se defiende a Occidente. De Iraq ZP sacó las tropas... ahora se apresta a mandar más a Afganistán. Quiere estrechar lazos con su nuevo amo de Washington.